Alemania y Francia, aún en desacuerdo sobre un plan para una respuesta más contundente a la crisis de la deuda soberana en Europa, pospusieron ayer la toma de decisiones para la cumbre de este domingo 23 de octubre, en medio de señales de que las complejidades de la política europea podrían impedir una solución real. En un comunicado, un portavoz de Angela Merkel, dijo que la reunión cumbre prevista para este fin de semana será únicamente para examinar las propuestas para fortalecer a los bancos, el aumento de la influencia del fondo de rescate del euro y coordinar mejor la política económica de la zona euro.
Sin embargo, la decisión se tomará en una segunda cumbre planeada para el miércoles, agregó el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en un pronunciamiento que también confirmó el gobierno de Francia. Este retraso no hace más que reforzar los temores de que los líderes europeos aún están lejos de contener una crisis que se ha convertido en una amenaza para la economía mundial. "Los políticos han tratado de resolver la crisis; sin embargo, ha hecho falta un esfuerzo constante por parte de los gobiernos", comentó Andreas Dombret, miembro de la Junta Directiva del Bundesbank alemán.
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